En los últimos años, la sociedad ha atribuido al conocimiento un rol fundamental en la vida humana.
El conocimiento es considerado hoy como un valor que permite a quien lo posea insertarse con mayor facilidad en los distintos ámbitos sociales.
La familia ocupa un lugar en cuanto a la transmisión de valores y el estímulo necesario que condicionará la relación del sujeto con el conocimiento, pero la escuela aparece como un actor protagónico en cuanto a este tema.
Nuestra institución, democratizadora por excelencia, se hace cargo de brindar a todos los niños y niñas por igual, un marco estimulante para el acceso a los conocimientos pedagógicos, sociales, culturales y religiosos, que garanticen la inserción activa en esta sociedad compleja y cambiante.
Sabemos que cada persona tiene derecho a una educación que responda a su propio fin: la formación integral de la persona, teniendo en cuenta su sexo, su cultura, sus tradiciones y Patria.